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Nicaragua está en crisis… y yo: ¿qué puedo hacer?

  • Foto del escritor: Mauricio J. Navarro-Bulgarelli
    Mauricio J. Navarro-Bulgarelli
  • 23 abr 2020
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 29 mar 2022

19 julio, 2018


Se cumplen ya tres meses, desde que empezaron las protestas de lo que ahora se llama el movimiento 19 de abril, en donde miles y miles de nicaragüenses han realizado marchas pacíficas en las calles de las principales ciudades del país, y en donde se ha abierto una mesa de diálogo, con representantes de varios sectores sociales y del gobierno, de la cual la Iglesia sirve como mediadora y garante. Además, cada vez son más las personas que han venido a Costa Rica en busca de refugio, ya que su vida corre peligro si se quedan en Nicaragua.

En medio de ese ambiente de tensión, quizás usted se está haciendo la misma pregunta que me hago yo… ¿qué puedo hacer? He escrito este blog para compartirte mis reflexiones de lo que he pensado hasta el momento, también para que compartamos juntos ideas.


  1. Informarse:

En medio del mundial de futbol, la pretemporada de primera división, las vacaciones de medio periodo y los juegos deportivos nacionales recién terminados, quizás es fácil no ponerle demasiada atención a lo que está pasando apenas a 500 kilómetros al norte de San José, en la vecina Nicaragua.

Pero preocuparse por informarse, escuchar programas de radio, leer noticias en fuentes confiables, ver videos explicativos en redes sociales, es lo primero que podemos hacer. Si buscamos informarnos es porque nos importa lo que está viviendo el pueblo nicaragüense.

Al día de hoy, se calcula que en los 3 últimos meses se han dado cerca de 300 muertos, 2000 heridos, 300 secuestrados, 250 mil personas han perdido sus empleos y 200 personas permanecen aún desaparecidas, producto de la respuesta violenta del gobierno Ortega-Murillo ante las manifestaciones pacíficas que el pueblo nicaragüense ha realizado, así como las mesas de diálogo que buscan poder implementar una transición pacífica y democrática en la hermana República de Nicaragua. Las marchas multitudinarias y pacificas siguen en las calles, y varias escuelas, colegios y universidades han tenido que cerrar sus puertas para que las personas no corran peligro al ir a las clases. El turismo se ha visto muy afectado, este es uno de los sectores que más desempleo ha presentado. La Organización de Estados Americanos (OEA) está sesionando esta misma semana para ver que acciones políticas se pueden tomar.


2. Conversarlo:

Por supuesto que es importante y bonito hablar de los pronósticos para la final de futbol o de los paseos a la playa o montaña que hemos realizado en estas vacaciones. Pero proponer la crisis de Nicaragua como tema de conversación en el colegio, la universidad, en los almuerzos familiares, en el bus y la calle, es otra acción importante que podemos hacer. Al conversar de la situación le vamos a demostrar a otros que es importante preocuparse por lo que está pasando, y los vamos a motivar a informarse más. Además, al conversarlo sensibilizamos y nos sensibilizamos nosotros mismos.

Si bien hemos hecho avances, la sociedad costarricense sigue siendo xenofóbica. Hay que vencer el miedo al extranjero primero en nosotros mismos. Y luego ayudar mediante el diálogo a que otros lo venzan. Al final, todos somos de los mismos. Todos somos hermanos. Somos ciudadanos del mundo. En nuestras conversaciones, seamos personas que tienden puentes, en vez de construir muros.


3. Rezar

Rezar por todas estas víctimas de la violencia, por cada madre que llora la muerte de su hijo, por cada niño y joven que no puede ir a estudiar, por cada hombre y mujer que han perdido su trabajo. Pedir por cada joven universitario, cada laico, religioso, religiosa... Cada hombre y mujer que han luchado por que vuelva a instaurarse la paz y la democracia en Nicaragua. Quizás podamos pensar que la oración no sirve de mucho. Pero te cuento que, al hablar con amigos de Nicaragua, nos han dicho como han sentido la fuerza de la oración que los sostiene y da esperanza en medio de tanto dolor y sufrimiento.

Se puede creer en la fuerza de la oración y en que la paz siempre es posible. “La oración se muestra débil ante los ojos de los hombres. En realidad, es fuerte si está llena de confianza en el Señor, y puede hacer caer muros y colmar abismos, desarraigar la violencia y hacer crecer la misericordia. La oración comunitaria es realmente santa y bendita; es necesaria para la vida de cada discípulo y para la vida de la Comunidad, pero también es necesaria para la misma vida del mundo. "Si dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos" (Mt 18,19). Por este motivo los discípulos deben perseverar en la oración comunitaria y juntos deben ser audaces. La oración, en efecto, es un arma fuerte en las manos de los creyentes: destruye el mal y acrecienta el amor.” ( https://www.santegidio.org/pageID/30272/langID/es/LA-FUERZA-D%C3%89BIL-DE-LA-ORACI%C3%93N.html )

4. Unir esfuerzos:

Ya varias organizaciones están realizando esfuerzos por apoyar al pueblo nicaragüense. Están mandando comida, medicamentos. Están ayudando a los que vienen a pedir refugio a Costa Rica. Están organizando jornadas de oración por Nicaragua. Unidos podemos más que solos. Si quieres ayudar, busca a alguna organización que este prestando algún servicio y únete a la causa.

5. Acércarse a las personas que han venido:


Esta semana ha circulado en redes sociales un video de un canal de televisión sobre un joven tenor que vino a CR por temor a su vida. En la entrevista decía: Acá estoy solo, toda mi familia y amigos quedaron en Nicaragua, aquí no conozco a nadie. Una joven me dijo: deberíamos buscarlo, ofrecerle nuestra amistad.

¡Claro! Acercarnos a los hermanos(as) que vienen y vendrán, tener el corazón abierto para ellos, ofrecerles nuestra amistad. Esto cura de la enfermedad de la soledad, resucita a los corazones que han muerto por la desesperanza, limpia a los que vienen enfermos por la lepra de la violencia, de la muerte, el dolor y el desempleo.

No hay que tener mucho para ofrecer nuestra amistad. Con ofrecer nuestro tiempo y nuestros oídos puede ser más que suficiente. Anímate, busca adonde están las personas que han venido al país solos y ofréceles tu amistad, así, sin más.


6. Saludar a tus conocidos nicaragüenses:

Todos en Costa Rica conocemos amigos y familiares que son de Nicaragua. Ya sea que vivan acá o que estén allá, ¡salúdalos! Hazles saber que estas pensando en ellos. Que tienes a Nicaragua en el corazón. Que quieres saber cómo están ellos y sus familiares. Que estás rezando por ellos. Que quieres saber como poder ayudarles. Solo este gesto de saludar puede ser muy significativo para estas personas. Hazles saber que no están solas. Un mensaje de whatsapp, un saludo por Facebook, una llamada y ¿por qué no? una visita a tomar café. Son cosas que no están “pegadas al techo” y que pueden ser de mucha ayuda.


7. Acoger, proteger, promover e integrar.

Estas son las 4 palabras que el papa Francisco llama las cuatro piedras angulares para la acción, en su mensaje del 01 de enero del 2018 titulado: Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz.

Iba a decir en mis palabras lo que el papa Francisco escribió, pero la verdad es que él escribe tan bonito que mejor lo transcribo textualmente:

Para ofrecer a los solicitantes de asilo, a los refugiados, a los inmigrantes y a las víctimas de la trata de seres humanos una posibilidad de encontrar la paz que buscan, se requiere una estrategia que conjugue cuatro acciones: acoger, proteger, promover e integrar.

«Acoger» recuerda la exigencia de ampliar las posibilidades de entrada legal, no expulsar a los desplazados y a los inmigrantes a lugares donde les espera la persecución y la violencia, y equilibrar la preocupación por la seguridad nacional con la protección de los derechos humanos fundamentales. La Escritura nos recuerda: «No olvidéis la hospitalidad; por ella algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles»[ Hb 13,2].

«Proteger» nos recuerda el deber de reconocer y de garantizar la dignidad inviolable de los que huyen de un peligro real en busca de asilo y seguridad, evitando su explotación. En particular, pienso en las mujeres y en los niños expuestos a situaciones de riesgo y de abusos que llegan a convertirles en esclavos. Dios no hace discriminación: «El Señor guarda a los peregrinos, sustenta al huérfano y a la viuda»[ Sal 146,9].

«Promover» tiene que ver con apoyar el desarrollo humano integral de los migrantes y refugiados. Entre los muchos instrumentos que pueden ayudar a esta tarea, deseo subrayar la importancia que tiene el garantizar a los niños y a los jóvenes el acceso a todos los niveles de educación: de esta manera, no sólo podrán cultivar y sacar el máximo provecho de sus capacidades, sino que también estarán más preparados para salir al encuentro del otro, cultivando un espíritu de diálogo en vez de clausura y enfrentamiento. La Biblia nos enseña que Dios «ama al emigrante, dándole pan y vestido»; por eso nos exhorta: «Amaréis al emigrante, porque emigrantes fuisteis en Egipto»[ Dt 10,18-19.].

Por último, «integrar» significa trabajar para que los refugiados y los migrantes participen plenamente en la vida de la sociedad que les acoge, en una dinámica de enriquecimiento mutuo y de colaboración fecunda, promoviendo el desarrollo humano integral de las comunidades locales. Como escribe san Pablo: «Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios»[ Ef 2,19.].

8. Compartir ideas:

Dialogando se pueden encontrar más maneras de ayudar. De sentir que no nos estamos quedando de brazos cruzados, sino que estamos poniendo nuestro granito de arena para construir un mundo mejor. Esta es mi intención al escribir este blog, compartir mis ideas.

¡Pura vida, y que VIVA NICARAGUA!




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