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El mundo de las carreras y del mercado laboral ya cambió, ¿qué podemos hacer al respecto?

  • Foto del escritor: Mauricio J. Navarro-Bulgarelli
    Mauricio J. Navarro-Bulgarelli
  • 8 nov 2023
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 27 may 2024




07 de noviembre, 2023


La incertidumbre laboral, la falta de oportunidades de empleos estables y duraderos, la pluriculturalidad presente en las organizaciones, la incorporación de la Inteligencia Artificial (I.A.) y la virtualidad a las funciones profesionales, la interdisciplinariedad y la necesidad del manejo y desarrollo de habilidades blandas y digitales, son solo algunas de las características del mercado laboral y del mundo de las carreras en esta sociedad postpandemia.


Definitivamente el mundo ya cambió. Pero ¿y entonces? ¿Qué podemos hacer al respecto? Yo pienso que muchas cosas… empecemos por mencionar al menos diez…


1- Diversifica tus ingresos: es un hecho que ya no se puede vivir de solo un salario, menos con los altos costos de la vida. Lo mejor es pensar en “no poner todos los huevos en una sola canasta”. Es decir, piensa en combinar varias opciones de ingresos. Inversiones, alquileres, venta de servicios, venta de productos, salarios, emprendimientos, trabajos part-time, son solo algunos ejemplos de maneras en que puedes diversificar tus ingresos y no depender de un solo trabajo.


2- Concilia tus intereses y pasiones con tus necesidades económicas: Para muchas personas no es real pensar en trabajar en aquello que les apasiona. Pero la necesidad de tener ingresos no debería “matar” tus ganas de desarrollarte como persona por medio de tus intereses y pasiones. Voluntariados, pequeños emprendimientos, hobbies, viajes, intercambios, producciones artísticas, la literatura, las pasantías, el contacto con la naturaleza, el disfrute de la música, la poesía y el buen cine, la vivencia de la espiritualidad, el integrarse a grupos de diferente índole, son solo algunos ejemplos del cómo poder vivir tus pasiones en medio de la rutina.


3- Deja de pensar en monetizarlo todo: aunque esta sea la invitación que se nos hace cada vez más en esta sociedad actual. Pero el hacer cosas y por ende ser productivo en áreas solo por simple placer personal, o por beneficio de terceros sin necesidad de tener una retribución económica a cambio también se vale. Muchas veces las mejores cosas de la vida no se pueden monetizar, y no es necesario hacerlo tampoco.


4- Escucha tus llamados: Encuentra tus “causas”, esas que quieres defender, para aportar a que este mundo sea uno mejor. Y entrega parte de tu tiempo, recursos y energía a ellas. No importa si es en trabajo remunerado o no. El servir siempre va a ser un buen camino para encontrar plenitud y felicidad. Al final, todo trabajo (remunerado o no), si se toma con la actitud del servicio, puede llenarnos de plenitud, aún y cuando no sea nuestra vocación. Y no confundas vocación con carrera o con trabajo, no siempre van de la mano, y esto es válido. A veces sí se logran conciliar, y esto también se vale. Al final del día, lo verdaderamente importante es tomar decisiones vocacionadas (puedes ampliar este concepto leyendo otros posts en este mismo blog). En medio de un mundo que invita a la individualización, atrévete a pensar y actuar por el Bien común, por el bienestar colectivo, con solidaridad, con entrega y amor hacia la humanidad.


5- Toma decisiones aumentadas: es decir, aprovecha la oportunidad que la inteligencia artificial te da para procesar gran cantidad de datos que serían humanamente imposible de valorar. Pero combina la información que la I.A. te brinde con tu proprio análisis e intuición. Por eso se llaman “aumentadas”, porque la combinación inteligencia humana y artificial aumentan las posibilidades de tomar buenas decisiones.


6- Incorpora la I.A. a tu trabajo: Es un hecho que, si la utilizamos como una herramienta que complemente nuestro trabajo, la I.A. (como todas las tecnologías), pueden potenciar nuestro desarrollo profesional. Pero si no la incorporas en tus labores diarias, o peor aún, si te sigues concentrándote en lo que ya la I.A. puede hacer mejor que nosotros, te vas a quedar atrás muy pronto. Mejor déjale a la máquina hacer lo que sabe hacer mejor, y ponle tu “toque humano” a tu trabajo, y eso hará la diferencia.


7- Diversifica tu perfil profesional: Esta recomendación ya es un clásico. No te quedes con una sola área de estudio, combina diversas carreras, idiomas, certificaciones, experiencias. Atrévete a hacer combinaciones que hace unos años se veían impensables. Encuentra tu manera particular de presentarte como una persona con varios pluses que te ayuden a “desmarcarte” del perfil tradicional de tu(s) carrera(s). Llevémoslo un pasito adelante, piensa más allá de las carreras, piensa más allá de las disciplinas. La interdisciplinariedad, e incluso el atreverse a ir más allá de (transdisciplinariedad), te permitirá tener mayor cantidad de “jugadas” por donde moverte en un mundo incierto, te darán capacidad de adaptarte y ser flexible frente a un mercado en donde las certezas ya no volverán…


8- Alimenta tu curiosidad: Recuerda que esta es la antesala de la creatividad y la innovación. Lee de todo un poco, estudia cosas diferentes, investiga, pregunta, busca, habla con gente de todo tipo. Estudia algo solo por el placer de estudiarlo, por cultura general, por simple curiosidad. Nunca sabes cuando te va a ser de utilidad, y el alimentar tu curiosidad te va a ayudar a pensar de manera más crítica, analítica y también te va a permitir ver oportunidades que otras personas “menos curiosas” (es decir que no alimentan tanto su propia capacidad curiosa) no alcanzan a ver tan fácilmente.


9- Ante lo cambiante del exterior, vuelve la mirada al interior: Es decir, conócete a ti mismo(a). Aprende a escuchar a tu intuición. Escucha a tu cuerpo, aprende a conocer y gestionar tus emociones. Analiza tus trayectorias para poder encontrar el discurso coherente que narra quién has sido, quién eres y cómo quieres ser. Y luego, en medio de una sociedad tan cambiante, busca serte fiel a ti mismo(a), ser fiel a tu narrativa de tu ser. No podemos diseñar nuestras vidas por completo, son muchas las variables que no podemos controlar (aunque la “ley de la atracción” y otras similares nos digas lo contrario). Lo que sí podemos hacer es diseñar nuestras narrativas de vida, y ser fieles a ella, en medio de nuestra realidad.


10- Y cuando sea necesario, reinvéntate: Crea y re-crea tu narrativa de vida cuando las circunstancias te lo pidan. Pero no lo hagas de cero. Siempre se vale cambiar, pero lo ideal es hacerlo tomando en cuenta tu historia. Pregúntate: si mi vida fuera un libro, ¿cuál podría ser el nombre del siguiente capítulo que quiero escribir? Atrévete a soñar, desafíate, busca vivir nuevas experiencias, aprovecha las oportunidades que se te presenten, no importa que parezcan “pequeñas”. Y si no ves oportunidades a tu alrededor, ¡créalas! Pero no lo hagas en soledad. Somos seres sociales y nos necesitamos unos a otros en inter-dependencia. Pide ayuda, déjate ayudar y ayuda siempre que puedas hacerlo. Rodéate de gente valiosa, de gente “vitamina” como le llaman ahora. Busca entender las preguntas que la Vida te está poniendo enfrente, y actúa a la altura de lo que las circunstancias te piden hacerlo en este momento particular por el que estás atravesando. Un momento que no es para siempre, pero que si es tu reto en el presente.


Espero que estas recomendaciones te sean de utilidad, y te invito a leer otros posts dentro de este mismo blog para ampliar varias de estas temáticas. Sigue caminando, y es mi deseo que en tu propio caminar, a tu propio ritmo, puedas encontrar esas estrellas que te iluminen y que guíen tus pasos hacia las decisiones que puedes tomar para seguir caminando hacia tu horizonte. ¡Pura vida!

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