¿De qué hablamos cuando hablamos de vocación?
- Mauricio J. Navarro-Bulgarelli
- 11 ago 2021
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 13 abr 2022
11 agosto, 2021
Sin duda esta es una de las palabras más utilizadas en los procesos de orientación vocacional. Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de una “vocación”?. En este post te lo trataré de explicar brevemente con 10 simples postulados.
1-Para empezar, un poco de historia
El término vocación ha sido utilizado en ambientes religiosos desde hace siglos, para hacer referencia a decisiones por opciones y estilos de vida, por ejemplo, una vida consagrada al ministerio sacerdotal o religioso, a un apostolado, a casarse y formar una familia, y otras decisiones relacionadas.
En cuanto a la disciplina de la orientación, el primero en utilizarla fue el que es considerado como el padre de la orientación vocacional, Frank Parsons, quien en 1909 escribió el libro “choosing a vocation” (escogiendo una vocación), para referirse a las ocupaciones que las personas pueden optar según sus aptitudes.
2-Pero entonces, ¿Qué significa la palabra vocación?
Etimológicamente, la palabra “vocación” proviene del latín “vocare”, que significa “llamado”. En la orientación vocacional, se entiende como una llamada interna o externa que guía a las personas en las decisiones que toman sobre la construcción de su carrera. Tiene relación con las ocupaciones en que la persona se forma, busca y trabaja en. También tiene una connotación a una adherencia a proyectos en un largo plazo. (Inkson, 2015)
Este llamado es una invitación, una motivación para que la persona pueda aportar en la construcción de un mundo mejor. En medio de las muchas injusticias sociales, problemas ambientales, económicos y de diversa índole, la persona siente que puede aportar “su granito de arena” para que esta sociedad sea más bella, más justa, más solidaria, más humana. Es decir, el hacerme consciente de mi propia realidad social y de la de tantos otros, puede ayudarme a responsabilizarme de tomar decisiones vocacionadas que me permitan aportar al cambio social deseado y necesario.
En términos generales, el percibir un llamado hacia algo que uno realiza (o desea realizar), implica que se siente una motivación para realizar una actividad, ya que resulta llena de sentido y significado para la propia vida, por razones de trascendencia y motivos prosociales. (Dik, Reed, Shimizu, Marsch y Morse, 2019)
3-¿Qué pasa si no siento un “llamado particular”?
En mi experiencia profesional, puedo decirte que he conocido a muchos estudiantes que “sienten” ese llamado interior, algunos otros, a pesar de “buscarlo”, no lo sienten, pero pueden identificar situaciones “externas” que los llaman a tomar decisiones que los muevan a involucrarse con ciertas “causas sociales”. Y también me he encontrado con algunos estudiantes que manifiestan no sentir ningún llamado (ni interno ni externo). Si este es tu caso, puedes seguir leyendo y quizás el resto del post te pueda ayudar a descubrir lo que puedes hacer para encontrar tu vocación.
Pero, independientemente de que sientan un llamado interno, externo, o no sientan nada del todo, todas las personas tienen algo en común, pueden tomar decisiones vocacionadas.
4-¿Qué es una decisión vocacionada?
Una de las principales funciones de la vocación, es que nos ilumina para poder tomar decisiones que tengan sentido y estén llenas de significado para nuestra vida en el momento histórico por el que se está pasando. A esto es a lo que me gusta llamar las decisiones vocacionadas.
Las decisiones vocacionadas son aquellas que nos ayudan a sentirnos útiles, realizando una labor que merece la pena, y cubriendo así algún hueco que la sociedad valore y que al mismo tiempo nos da una dosis de realización personal. Es como buscar nuestro lugar en el mundo. (Olaizola, 2021). Este lugar lo podemos encontrar poniendo a disposición de la sociedad nuestros sueños, talentos, dones y oportunidades de vida para el Bien Común (Dik, Reed, Shimizu, Marsch y Morse, 2019). Cabe aclarar que el proceso de toma de decisiones es siempre complejo, y en medio de este mundo tan incierto como el que vivimos, nunca tendremos seguridad 100% sobre las decisiones tomadas. Entonces, no se trata de esperar no tener ningún temor para tomar decisiones vocacionales. Se trata más bien de tomar opciones, y encaminarse a vivirlas, aún con nuestros miedos y dudas. Y en el camino, encontraremos la luz que nos guiará para seguir tomando decisiones.
Algunos ejemplos de decisiones vocacionadas que podríamos tomar podrían ser:
-Estudiar algo en particular.
-Optar por algún tipo de ocupación laboral.
-Realizar un voluntariado.
-Investigar sobre una temática y escribir o hacer videos y publicaciones en redes sobre ella.
-Comprometerse con alguna fundación u organización que realiza alguna causa en particular.
-Emprender en mi propio negocio.
-Llevar a cabo algún proyecto virtual (por ejemplo, mediante el uso de redes sociales) o de manera presencial.
-Tener un hijo(a) y criarlo de la mejor manera posible.
-Empezar un proyecto de pareja a largo plazo con una persona.
-Comprometerme con la vida religiosa.
-Entre otras
5-En mi vida, ¿solo tengo una única vocación?, ¿se limita la vocación a algo qué estudiar o en qué trabajar?
De ninguna manera. Más bien, como se puede ver en los ejemplos recién citados, la vocación no es única ni se reduce a algo que estudiar o un trabajo por realizar. Aunque puede tener relación con las dos anteriores, no se limita solo a ello. Voluntariados, programas especiales, emprendimientos, compromisos familiares y comunitarios y otros proyectos varios (remunerados o no), pueden tener relación con la vivencia de algunas de mis vocaciones, las cuales puedo ir descubriendo y construyendo en el transcurso de toda mi vida. Como diría mi colega y gran amigo Jorge Monge: "de las vocaciones uno no se pensiona". Es decir, la vocación no se limita a un trabajo y durante toda mi vida puedo vivir mis vocaciones de maneras muy diversas.
6- ¿La vocación es lo mismo que la pasión?
No necesariamente. Esto es una de las confusiones más comunes en que caen los jóvenes y los llenan de ansiedad. De nuevo, desde mi experiencia profesional, puedo decirte que he visto a muchas personas que no les es fácil encontrar “su verdadera pasión”. Y también muchas otras que, aunque pueden identificar claramente eso que les encanta realizar, no lo ven como una vocación en su vida. Y por supuesto, también están los que hacen de su pasión una manera de vivir su vocación, pero estos no necesariamente son la mayoría (desde mi experiencia profesional).
En los siguientes ejemplos, piensa en actividades de diferente tipo: de estudio, de trabajo, de compromiso familiar, social o comunitario, de voluntariado, de hobbie, entre otras:
-Algunas actividades las podrás hacer solo porque te apasionan, y eso es válido…
-Algunas actividades las podrás hacer por vocación, y aunque probablemente te gusten, podría ser que no se trate de lo que más te apasiona hacer en la vida, y eso está bien…
-Podría ser que, si tienes mucha suerte, encuentres actividades que en verdad te apasionan y a la vez sientas que responden a alguna de tus vocaciones en la vida. Si es así, enhorabuena. Sino lo es, no hay problema, es completamente normal.
-Y claro, habrá actividades que ni te apasionen ni sientas que responden a tu vocación, pero “te tocan” hacerlas desde tu realidad. Pero aún en estos casos tienes la libertar de darles un significado para tu vida, para así no solo realizarlas por responsabilidad, sino también consciente del papel que decides que tengan en tu vida.
7-¿Cómo puedo encontrar mi vocación?
Sin duda esta es una de las preguntas más importantes. A continuación, te dejo al menos cuatro recomendaciones
1. Vive experiencias diferentes: Las diversas experiencias culturales nos permiten ampliar nuestro horizonte, y que de esta manera podamos considerar nuevas alternativas vocacionales que, de no vivir estas experiencias, quizás no podríamos tomar en cuenta.
2. Dale significado a tus experiencias de vida: Revisando tu historia de vida, es decir tu pasado, podrás encontrar luces para discernir tu vocación. Viktor Frankl solía decir que “Haber sido es la forma más segura de ser”.
Cualquiera que sea el proyecto vocacional que te estés planteando, nunca partirá de la nada (Bruzzone, 2011). Algunas preguntas interesantes de analizar son por ejemplo (Savickas, 2015):
· ¿A quién he admirado en la vida? ¿Qué es lo que admiro de esa persona/personaje? ¿En qué me parezco o quiero parecerme a esa persona/personaje?
· ¿Cuales acontecimientos marcaron un antes y un después en mi vida? ¿Que significado le doy a estos acontecimientos?
3. Visualiza tu futuro: Sin duda la vocación es una motivación que nos “empuja” a visualizar nuestro futuro. Algunas preguntas interesantes de analizar en esta línea serían:
· ¿Cómo quieres ser como persona? (Savickas, 2015)
· ¿Cómo te ves en 5 o 10 años?
4. Mira a tu alrededor y busca “tus causas”: Ten los ojos bien abiertos a lo que está pasando en el mundo, lee, investiga, sigue personas en redes sociales que hablen sobre los temas que más te interesan. Algunas preguntas interesantes de analizar en este punto podrían ser:
· ¿Cuáles ideales quiero perseguir?
· ¿Cuáles son los valores que decido (en libertad y con responsabilidad) que guíen mi vida?
· ¿Cuál necesidad de la humanidad me inquieta, me preocupa y me gustaría ayudar a satisfacer?
· ¿A qué me siento llamado(a) para que por medio de mi vida pueda aportar a que este sea un mundo mejor?
8-La vocación como un servicio a la humanidad
Al vivir nuestra vocación (es decir, al tomar decisiones sobre las acciones a realizar con respecto a nuestros llamados en la vida), estaremos no solo alcanzando nuestro propio bienestar, satisfacción y autorrealización, sino además, estaremos encontrando formas de servir a la humanidad, y esto nos ayuda a “ir mas allá”, y entonces trascender mediante nuestros frutos en la vida de los demás.
9-La vocación desglosada en misiones, proyectos y sueños
Una forma de visualizar la vocación es desglosándola en misiones, proyectos y sueños
-Las MISIONES que estas cumpliendo en el corto plazo, en el presente, como podría ser un voluntariado, una tarea especifica de un curso de la U, un acompañamiento concreto a un familiar o una amistad que está viviendo una situación particular, una asociación en la que te has involucrado para colaborar este año en algo concreto o ideas similares. Es decir, tus misiones de vida son en el presente... este mes, este año.
-Los PROYECTOS son a mediano plazo y normalmente requieren de mayor organización del tiempo e inversión de recursos, por ejemplo, sacar una carrera universitaria, optar por una beca o pasantía, hacer un canal de youtube, ir montando una empresa de ventas por Instagram y cosas similares. Estamos hablando de proyectos a mediano plazo, de 2 a 4 años podríamos decir.
-Y luego están los SUEÑOS. Esa visión de futuro, cosas mucho más grandes, que visualizas a 5 años o más. Por ejemplo, escribir un libro, montar un instituto de ayuda en algo especifico, viajar de voluntario a África, entre muchas otras posibilidades.
La vocación está presente en las tres, en tus misiones del día a día, en tus proyectos a mediano plazo y en tus sueños profundos. Lo bonito es que conforme avanzas en tu vida, si vives de manera vocacionada e intencionada, verás como tus sueños los conviertes en proyectos, y tus proyectos se convierten en misiones. Y de esa forma, irás alcanzando tus sueños y soñando cosas cada vez más grandes.
10-Un par de reflexiones finales
Para terminar, te dejo dos frases para que las medites:
La primera del famoso John Lennon: “el que sueña solo, solo sueña”. Por eso, uno de los secretos para poder vivir a plenitud la vocación es compartirla con otras personas. No digo con todos, sino con algunas personas de confianza que pueden convertirse en aliados y compañeros del camino vocacional. Y relacionada con esto, un bello deseo que nos dejo San Ignacio de Loyola: "Que encuentres compañeros dignos de tus sueños. Y que con la vida que Dios te dé, puedas iluminar otras”
Te recomiendo complementar este post, con la lectura de una entrada anterior llamada: Joven, busca y elige. El enlace lo encontrarás al final de esta publicación.
Referencias
Bruzzone, D. (2011). Afinar la conciencia. Educación y búsqueda de sentido a partir de Viktor E. Frankl. Editorial San Pablo. Buenos Aires, Argentina.
Dik, B.J; Reed, K; Shimizu, A; Marsch, D.R y Morse, J.L. (2019). Chapter 9 Career Callings and Career Development. En: Athanasou J., Perera H. (eds) International Handbook of Career Guidance. Springer, Cham. https://doi.org/10.1007/978-3-030-25153-6_9
Inkson, K. (2015). Understanding careers. Chapter 1 Career and metaphor. Sage publications.
Olaizola (2021). Y TU, ¿quien quieres ser? Blog Pastoral SJ. Disponible en: https://pastoralsj.org/vivir/3175-y-tu-quien-quieres-ser
Savickas, M. L. (2015). Life-Design Counseling Manual. Disponible en: http://www.vocopher.com/LifeDesign/LifeDesign.pdf
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